miércoles, 10 de mayo de 2017

"GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR", DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA, REVISTA ADAMAR, UNESCO


"GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR", Dr. Adolfo Vásquez Rocca, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232


"GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR", Dr. Adolfo Vásquez Rocca, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

COLOQUIO DE FILOSOFÍA 2011 UNIVERSIDAD NACIONAL COSTA RICA UNA Filosofía para la realidad actual CONFERENCIA INAUGURAL Dr. Adolfo Vásquez Rocca
"Perèc Literatura Potencial” Facultad de Filosofía y Letras - Universidad Nacional, Heredia Costa Rica, (Abril). “He olvidado las razones que me hicieron escoger, a los doce años, Tierra del Fuego para instalar allí W: los fascistas de Pinochet se han encargado de dotar a mi fantasma de un último eco. Hoy varios islotes de Tierra del Fuego son campos de deportados”[1]. http://adamar.org/ivepoca/node/232
PERÈC, Georges, W o el recuerdo de la infancia, París-Carros-Blévy. Dr. Adolfo Vásquez Rocca.


Pensar y clasificar; Georges Perec, escritor y trapecista.
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Pontificia Universidad Católica de Valparaí­so - Universidad Complutense de Madrid

fo Vasquez Rocca
Introducción
... el resto es literatura.
Clasificando el mundo para comprenderlo a su modo, Perec no cesó de trastocar las convenciones de lo sensible y las jerarquí­as establecidas. Su mirada confiere a la trivialidad, a los seres y a las cosas cotidianas una densidad inesperada que nos turba y nos maravilla.
Perec es uno de los escritores más interesantes e imaginativos del siglo XX que, además de haber sido el creador de los crucigramas semanales de la revista Le Point, de Parí­s, realizó guiones cinematográficos, varias novelas, poesí­as, ensayos literarios y sorprendentes piezas teatrales. Perec, continua siendo casi desconocido para el gran público, a pesar de que existen traducciones de sus obras a 15 idiomas y goza de celebridad entre autores –para quienes constituye una inspiración– como es el caso de Raúl Ruiz1, al modo como Jean Genet lo constituyo para Sartre.
La imagen que Perí¨c dejó tras de sí­ es mitológica. Hombre de infatigable libertad, para quien las palabras eran el medio de imponer eternidad a los objetos, fue perfeccionando con minucia el retrato que iba a dejar a la posteridad.
Desde hace más de una década, Parí­s ha sido poseí­do por el culto a Perí¨c, que se refleja en los incontables grupos teatrales, asociaciones de vecinos y clubes con su nombre. Todo autor francés de crucigramas ha desafiado alguna vez a sus lectores con los palí­ndromos, anagramas, heterogramas, homofoní­as, "bolas de nieve" y demás dramas alfabéticos en los que Perí¨c era un consumado maestro. Quienes lo conocieron dicen que era un hombre extraño, tierno, alegre, atento, curioso, con una inusual conciencia de su lugar en la historia.
Vestí­a siempre una camisa de cuello alto, se cortaba el pelo al rape y sus enormes ojos verdes, que centelleaban ante la menor respiración de la vida, le conferí­an un cierto aire seductor, disipado por los infinitos lunares y verrugas en las mejillas y las orejas apantalladas.
Dos años después parecí­a otra persona. Se habí­a dejado crecer una barba desflecada en la mandí­bula, que casi en seguida se volvió gris. El pelo enmarañado sobre la frente y los ojos, cada vez más abiertos, cada vez más asombrados, dominaban una cara radiante de tierna lucidez.



Desde comienzos de los 60, Perí¨c trasegaba las calles de Parí­s en busca de lo que él llamaba "las hierbas perdidas de la ciudad": balcones, sillas de café, señales del metro, melodí­as cantadas por los vagabundos, frases hechas, listas de compras, sellos postales, boletas de supermercado.
De su infancia desgarrada dará cuenta mucho más tarde, en una obra de tí­tulo enigmático, W. Allí­ evocará Isy, al padre que murió combatiendo en junio de 1940, y a Cyrla, la madre desaparecida tres años después en los crematorios de Auschwitz. Evocará la carencia de amor y la sorprendente felicidad de no necesitar el amor.
Unos tí­os a los que casi nunca veí­a, le permitieron graduarse como sociólogo y trabajar como investigador en el célebre Centre National de la Recherche Scientifique. Todo el resto es literatura.
A fines de los 50, devorado por una fugaz fiebre polí­tica, publicó artí­culos combativos en las revistas Partisans y Cause commune, y con un dúo de amigos, Roland Barthes y Henri Lefevbre, fundó el grupo 'Argumentos', cuya única finalidad era conversar.
Luego, los tres se apartaron para escribir. Lo hací­an frenéticamente, con saña, como si el próximo minuto de vida dependiera de la próxima palabra. En 1965, Perí¨c publicó Les choses. Su éxito fue fulgurante.
1.- Perec o la Literatura como Arte Combinatoria.
Una lista de las pinturas colgadas en una galerí­a de arte, 81 variaciones sobre una receta de cocina para principiantes, una simple enumeración de cosas o de suposiciones, una serie de datos precisos acerca de sucesos intrascendentes, no parecen configurar la estructura ideal para el trabajo de un escritor.
¿Que interés artí­stico puede tener la simple enumeración de algunas de las infinitas posibilidades de ordenar los libros de una biblioteca...? Es difí­cil que un amante de los crucigramas, los acrósticos y las fugas de vocales pueda llegar a considerar a estos trabajosos pasatiempos como formas literarias. Sin embargo en obras como La vida instrucciones de uso2 (1978) Perec3, escritor y trapecista, escritor de culto y amigo de Raúl Ruiz, demuestra a través de una sucesión de descripciones –articuladas según el arte combinatoria– una apasionante forma de describir el universo partiendo sólo de lo hallado en una casa.
En 1965 Perí¨c obtiene el premio Renaudot por su primera novela –Les choses Las cosas4 donde narra la progresiva desaparición de un joven matrimonio de diletantes parisinos entre sus aspiraciones sociales y sus ansias revolucionarias. En 1967, junto al extraordinario novelista Raymond Queneau5 –miembro del Colegio de Patafí­sica6, director de la Encyclopédie de la Pléiade– y el matemático Franí§oise Le Lionnais forma OULIPO (Ouvroir de Littérature Potentielle "Taller de literatura potencial"), que entre sus miembros llegó a contar con figuras como Ní¶el Arnaud, Marcel Bénabou, Italo Calvino, Marcel Duchamp, Luc í‰tienne, y Albert-Marie Schmidt entre otros. El objetivo del grupo era explorar el potencial combinatorio de aquellas coerciones formales como la gramática y las reglas de estilo, persiguiendo siempre la expansión del campo de posibilidades narrativas. Explorar los juegos y las combinatorias posibles dentro de las reglas convencionales de la literatura.

El inclasificable talento narrativo de Perí¨c crece bajo la influencia, precisamente, de los experimentos realizados al interior del OULIPO. Oulipo fue una de las últimas vanguardias, o una de las primeras neovanguardias, capaz de abrir las ventanas de la ficción al aire puro de la ciencia y la combinatoria matemática, y cuyo Atlas de littérature potentielle acaba de reimprimir 'Gallimard', un catálogo de máquinas textuales para la creación literaria (palí­ndromos, como el de 5.000 palabras pergeñado por el propio Perí¨c, anagramas, lipogramas como el que da razón de su novela La disparition, crucigramas, juegos de repetición y recurrencia, caligramas, estructuras combinatorias y otros mecanismos a los que el lector se podrá asomar en el manual de Mí rius Serra, Verbalia. Juegos de palabras y esfuerzos del ingenio literario (Pení­nsula, 2001). 

Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía

En 1969 Perí¨c presenta su novela La Disparition7 (El Secuestro), una novela policial que relata la misteriosa desaparición de Tonio Vocel y una secuencia delirante de maldiciones, asesinatos, incestos, venganzas y todos los componentes de una tragedia pequeño burguesa: banquetes, accidentes de tránsito, pistas falsas, policí­as rudos, informes desclasificados de inteligencia, variaciones del Zahir borgeano, paráfrasis a Melville, citas a un desconocido poeta chileno, descripciones de vestidos Chanel color gris o blanco, discusiones sobre arte moderno, variaciones sobre música docta, la utilización arbitraria de algunas palabras, cartas testimonio delirantes, y la desaparición o secuestro de la letra "e" (la más utilizada en la lengua francesa), que en el excelente trasvasije del equipo traductor derivó en la desaparición o secuestro de la letra "a" en nuestra lengua castellana, tan omnipresente como su contraparte francesa. Perec construyó su obra a base de desafí­os y artificios: escribir una novela prescindiendo de la letra "e", la vocal más común en francés, o construir una narración siguiendo los pisos de un edificio. Ahora se publican por primera vez en español Me acuerdo, unas peculiares memorias en las que se prescinde de la cronologí­a para acumular casi 500 frases que empiezan con las dos palabras del tí­tulo.
 

Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía


"GEORGES PEREC; PENSAR Y CLASIFICAR", Dr. Adolfo Vásquez Rocca, en Revista ADAMAR, Nº 26, 2007, Directorio mundial de literatura de la UNESCO. http://adamar.org/ivepoca/node/232

No hay comentarios: